En 1959, nueve excursionistas murieron en extrañas circunstancias y de manera brutal, mientras acampaban en los montes Urales. A día de hoy, se desconoce que ocurrió allí arriba.
Remontémonos a la madrugada del 2 de febrero de 1959. El invierno está en su máximo apogeo en la entonces Unión Soviética. Nueve jóvenes se muestran dispuestos a realizar una travesía por los Montes Urales. En un principio, todo va según lo previsto. Cumplen con los tiempos marcados y las fuertes ventiscas de esta época del año les dan cierta tregua, aunque no por mucho rato. Con una jornada intensa de caminata y con la falta de luz, producto del anochecer, nuestros protagonistas deciden que es momento de acampar para reponer fuerzas y tomar algo caliente que trate de frenar las temperaturas de hasta -30º. Aprovechan para encender una hoguera, para cenar y para charlar. Un momento de desconexión en el que también planean la ruta del día siguiente, antes de irse a dormir. Lo que no sabían es que esa noche iba a ser la última.
Para entender la complejidad de esta historia y las múltiples teorías alrededor de ella, debemos volver atrás en el tiempo.
El 25 de enero de 1959, nueve estudiantes deciden viajar hasta un enclave situado en los montes Urales, concretamente a un área situada entre la República de Komi y el óblast de Sverdlovosk. El grupo está formado por siete hombres y dos mujeres, todos ellos estudiantes de la Universidad Técnica Estatal de los Urales, y menores de 25 años. Ante la dificultad de la zona, los jóvenes deciden contar con los servicios de un guía, de 37 años. Por tanto, se trata de un equipo de diez personas.
La misión es llegar a Otorten, una montaña cercana al lugar donde acabarán ocurriendo los terribles hechos. No es sencillo, dada la época del año, la zona alcanza la categoría III, es decir, zona altamente complicada. Al menos para gente que no domina la alta montaña, ni sabe del terreno. Sin embargo, no es el caso de este grupo. Todos ellos en mayor o menor medida tienen grandes conocimientos de esquí, incluso podríamos que son expertos en estos parajes. El plan también contemplaba regresar el 12 de febrero como máximo.
Llegan en tren a la ciudad de Ivdel el 25 de enero, para posteriormente desplazarse hasta Vizhai en coche. Desde ahí planean iniciar la ruta a Otormen el 27 de enero. Es en este momento cuando un miembro de la expedición, Yuri Yudin, decide abandonar el plan, ya que enferma. Con gran pesar, decide quedarse en el pueblo al pie de la montaña y esperarles allí hasta su regreso. Antes de despedirse, Yuri les pide mantener el contacto, vía radio, cada día para saber que todo marcha bien. Así, el equipo se ve reducido a nueve personas.
Comienza el viaje de ida sin regreso
Nos encontramos en el día 31 de enero. El grupo llega al borde una zona montañoso. El fuerte clima les obliga a acampar allí y a esperar que calme un poco para poder continuar. Al día siguiente, 1 de febrero, deciden cruzar al lado opuesto de la montaña, pero el tiempo que parecía amainar, vuelve a cargar con fuerza. La nieve prácticamente les impide dar dos pasos sin hundirse, y el viento les empuja con gran fuerza. Tal es el clima que acaban perdiéndose, acabando en la cara superior de la montaña Kholat Syakhl (Montaña de la Muerte, en mansi). Llegados a este punto, el líder de los jóvenes, Igor Dyatlov, decide que tienen que acampar allí mismo y proseguir al día siguiente. Jamás habrá día siguiente.
Igor había planeado previamente mantenerse en contacto constante con el club deportivo al que pertenecían para dar señas de que todo iba bien. Pero para el 20 de febrero aún seguía sin saberse nada de ellos, por lo que la familia dio la voz de alarma. En las semanas posteriores, policía, militares, familiares y grupos de rescate se desvivieron por encontrarles, sin recompensa.
No sería hasta el 26 de febrero cuando se encuentra el campamento abandonado, y cubierto por la nieve. Según informaron miembros del equipo de rescate en aquel momento, la tienda se encontraba vacía. No había nada dentro. Pero había algo raro. La tienda presentaba numerosos cortes en los lados, como si hubiesen tratado de rajarla. Más extraño resulta que estos cortes no estaban hechos de fuera hacia dentro, sino más bien al revés. Como si los chicos y chicas del grupo quisiesen salir desesperadamente de la tienda.
Fuera de la tienda, había restos de la hoguera encendida por los jóvenes. También hay unas huellas que van camino a un bosque cercano, aunque debido a la gran nevada se habían borrado muchas de ellas. Estas huellas también presentan algo raro. No son huellas de botas o zapatillas, son pies. Fuese lo que fuese que ocurrió, los excursionistas salieron descalzos, no tuvieron tiempo de ponerse nada. Algo que sorprendió mucho, porque como decimos, la temperatura en esa época del año en la zona se encontraba entre los -15º y los -35º de por la noche.
Siguiendo las huellas, encontraron los dos primeros cadáveres junto a un árbol, cubiertos únicamente con ropa interior. El árbol presentaba rastros de sangre, por lo que se dedujo que ambos jóvenes decidieron escalar antes de morir.
Apenas unos 600 metros más lejos, otros tres cadáveres son encontrados. Entre ellos el de Igor Dyatlov, quien sujetaba una rama en su mano, muestra de que se defendió de alguien o algo. El otro cadáver tenía el cráneo roto, pero según las autopsias murió por hipotermia. Por último, aparece también el cadáver de una de las dos chicas del grupo. Ésta presentaba signos extremadamente raros en el cuerpo. Su color corporal era bronceado, a pesar de que las temperaturas debían haber emblanquecido el cuerpo hacía mucho tiempo.
No fue hasta dos meses después, cuando se descubrió el resto de cuerpos. Vestían con ropa extraída de sus compañeros caídos. Uno de ellos tenía una cámara colgada del cuello, aunque fuentes de la investigación dijeron que parte del rollo se había dañado tratando de rescatar las fotografías.
Uno de los casos más perturbadores de la historia, aún sin resolver
Una vez encontrados los cuerpos, la investigación comenzó. Los primeros exámenes forenses afirmaron que murieron por hipotermia en la mayoría de casos. Sin embargo, estudios más profundos hablaban de lesiones mortales. Uno tenía daños en el cráneo, a una chica le faltaban las costillas, la lengua y tenía el cuello roto. Otro presentaba fracturas en el peche y le faltaba media mandíbula. Para ser más curioso aún, las víctimas tenían lesiones internas, pero no parecían mostrar signos de lucha o pelea.
Además, hay una característica común: todos presentaban altos índices de radioactividad.
Nunca se supo lo que ocurrió realmente, básicamente porque el caso se archivó hasta la década de los 90. Cuando se desclasificaron los archivos, muchos datos y páginas habían desaparecido.
Posibles explicaciones y teorías
Se ha hablado mucho del caso. Siendo una verdadera Meca para los amantes de las conspiraciones y misterios. Hay teorías que hablan de ataques de yetis o, incluso, que fueron las propias tribus salvajes, los mansis, que habitan esos lares, y que consideran su territorio impenetrable. Sin embargo, la teoría fue descartada porque los excursionistas no mostraban signos de lucha, ni ataques con hachas, flechas y/o lanzas.
En el año 2012, International Science Time, publicó una investigación sobre el tema. Dicha investigación afirma que los jóvenes murieron por hipotermia al desprenderse de su ropa. Esto a su vez es producto del Desnudo paradójico, que afirma que aquellas personas que se ven en una situación extrema de frío tienden a quitarse la ropa por sentir una sensación de extremo calor. Posiblemente, hubiese una avalancha y tratasen de huir lo más rápido posible. Sin embargo, esto no explica la falta de extremidades de algunos de sus miembros, ni la radiación presente en sus cuerpos.
¿Recuerdan al chico que se quedó fuera de la expedición por enfermedad?
Él afirmo con posterioridad que todo esto lo había ocasionado el ejército soviético. La zona se trataba de un campo de pruebas militar, donde en plena Guerra Fría, la Unión Soviética probaba sus últimos inventos militares. Esto podría dar cierta luz al por qué tenían radiación en las prendas de ropa. Además, esa noche se avistaron extrañas luces naranjas en el cielo, o así lo afirman varios testigos. Algunos relacionaban esto con ovnis, aunque es probable que fuesen aviones de última tecnología realizando pruebas nocturnas.
Yuri también habló en una entrevista en 2012, sobre ropa militar encontrada en el lugar de los hechos, lo que dio a entender que antes de los grupos de rescata, hubo otras personas que estuvieron allí. Expresó además que las autoridades estaban más interesadas en saber por que estaban en esa zona, en vez de averiguar lo que realmente ocurrió. Yuri Yudin fallecía el 27 de abril del 2013, sin lograr una explicación oficial a los sucesos.
Muchas teorías, que aún no explican que sucedió en aquella montaña la madrugada del 1 de febrero de 1959.
El caso fue reabierto en el 2019 por las autoridades rusas, gracias a las presiones ejercidas por las familias de las víctimas. Una nueva oportunidad para tratar de descifrar las incógnitas en torno al “Incidente del Paso Diátlov”.
Mientras se llega a una conclusión, el caso seguirá siendo parte de nuestra biblioteca Paranormal
Les compartimos un vídeo del canal de Youtube El DoQmentalista
Fuentes: Artículos Varios Internet - La Razón - El DoQmentalista
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